Common







Antes de hablar de Common, la película para televisión que BBC emitió este pasado domingo, es necesario hablar de su guionista, Jimmy McGovern. Durante toda su carrera, que empieza en la soap opera ochentera de la ITV Brookside, se ha centrado en las injusticias sociales y en retratar la vida de las clases obreras del país. Tanto en Craker primero y en The Lakes y Acussed después, McGovern siempre ha utilizado a sus personajes e historias como altavoz para contar la cara menos amable de la realidad que le rodea.

En esta ocasión el trema a tratar es la doctrina legal joint enterprise, más conocida como de "propósito común". Una vieja ley británica que pretendía acabar con los duelos entre caballeros que ha sido actualizada para poder juzgar con igual proporción a todos los agresores en revueltas criminales, especialmente en casos de asalto con apuñalamientos o tiroteos, sea cual sea su grado de participación. Es decir misma pena tanto para la persona que comete el asesinato como a todas aquellas que de alguna forma hayan contribuido a que suceda (alentando el hecho, planeándolo o evitando que la victima huya, por ejemplo), aunque no hayan ni tocado el arma homicida. Una ley que en su ejecución se torna problemática y hasta en ocasiones injusta por permitir que individuos sean acusados de delitos sin una conexión lo suficientemente fuerte y que, de otra manera, saldrían indemnes de la situación.

Common, pues, se centra en esta última parte a través de Jhonjo O´Shea (Nico Mirallegro), un adolescente de diecisiete años que es engañado y se ve atrapado en la investigación de un homicidio en la que pese a su colaboración y manifiesta inocencia se ve perjudicado por esta joint enterprsie al considerarle parte responsable. Un relato de injusticia social y falta de honestidad (en el que no solo el sistema legal sale perjudicado si no también ciertas actitudes policiales) que se contrapone con el dolor y la impotencia de la familia del asesinado. En ambas tramas los focos se los llevan las madres de victima y acusado, con Jodhi May y Susan Lynch compartiendo importancia con Mirallegro y siendo las responsables de llevar todo el peso dramático de la historia.

En sus peores momentos, que afortunadamente no son muchos, Common se acerca peligrosamente a los peores vicios de los melodramas y las historias basadas en hechos reales. En los mejores, es un sobrio relato que denuncia una realidad legal de actualidad y preocupación en Reino Unido [1]. Y en su totalidad es siempre un drama por encima de los estándares británicos con todo lo que ello conlleva, especialmente en el apartado actoral con el culmen de la breve aparición de Michael Gambon como juez del caso. Pero sobre todo es un producto televisivo de denuncia que consigue abrir debate sobre el tema que aborda y que logra darle más visibilidad.

[1] Para completar vuestra opinión sobre esta joint criminal enterprise os recomendamos Guilty by Association, el documental con testimonios de victimas y afectados por la ley que emitió BBC al día siguiente y que nace de esa obligación de la cadena de equilibrar los puntos de vista a la hora de tratar temas de gran calado social.