House of Cards


Hoy, día uno de febrero de 2013 (o como se empezará a llamar a partir de ahora,  día uno del año uno después de 30 Rock) Netflix [1] ha estrenado de sopetón todos los episodios de House of cards, lanuevaseriedeKevinSpaceyproducidaydirigidaporDavidFincheryadaptacióndeunaserieinglesanoventerademismonombre. Ayer, gracias al concurso de la página de Facebook de Canal + este juntaletras asistió junto a su +1, el señor Kalimero, al preestreno de la serie donde pudimos ver los dos primeros episodios de la serie, de un total de trece, que ya dejan bastante claro el tono y ambiciones de la serie.

Este thriller político de altas esferas bebe mucho, como es lógico debido a su condición de adaptación, de la extensa y excelente tradición británica del género, ese cuyo mayor exponente moderno todavía sigue siendo la State of Play de Paul Abbot. Pero además, el guión de Beau Willimon y la producción y dirección de David Fincher la acerca mucho también a muchos de los temas y lugares comunes del director americano. Sobre todo en ese retrato del periodismo 2.0 como devorador insaciable y de los procesos en los que lo nuevo irremediablemente se come a lo viejo (La Red Social) y cuyas investigaciones y paseos por las redacciones nos lleva inmediatamente al recuerdo de Zodiac.

Por lo demás, este es el show de Kevin Spacey y Robin Wright, un matrimonio bien avenido que forman una pareja política de hierro y sin escrúpulos. Spacey, que está en su salsa, compone un maquiavélico político que está de vuelta de todo y que domina los entresijos de Washington y la prensa con una exactitud de reloj suizo que, y aquí viene la primera queja, parece demasiado perfecta. Pero como repite durante todo el segundo episodio "esto es demasiado fácil" y todo hace indicar que la casa de naipes [2] perfecta que ha construido durante estos dos episodios solo necesita un suspiro o un golpe en la mesa para desmoronarse.

[1] El servicio online de series en streaming que dentro de poco, 4 de mayo, nos traerán la vuelta de Arrested Development.

[2] Ey! Is the name of the show.