Poli Malo, Poli Bueno: Caprica


Es su día de suerte Poli Bueno, porque tiene la oportunidad de ganar esta discusión. No puedo decir nada malo de Caprica porque me he pasado los tres episodios que lleva... ¡durmiendo! Así que no puedo argumentar nada más de ella excepto que es un soberano, y caro, aburrimiento.

En efecto, mi querido enemigo, es mi día de suerte. Pero no por su incapacidad de disfrutar de este reposado drama que avanza argumentalmente episodio a episodio y que cocina a fuego lento una historia épica, no. Si no porque es muy fácil posicionarse a favor de Caprica. Pero supongo que antes de quedarse dormido pudo disfrutar de ese maravilloso opening lleno de simbolismo y acompañado de las maravillosas notas de Bear McCreary.
Tiene usted razón, el opening es maravilloso. Maravillosamente vacío e insustancial y extrañamente perturbador. Como sus personajes e historias, vamos. Un dramón familiar sin rumbo disfrazado de ciencia ficción, eso es lo que es Caprica. Y dudo mucho que si no tuviera la etiqueta de ser la precuela de Battlestar Galactica hubiera pasado del episodio piloto.
Una vez más cae en la más profunda de las equivociones. Habla de personajes e historias vacías cuando en menos de tres episodios la serie ha hecho gala de unos componentes políticos, éticos y religiosos que otras series ni se atreven a tocar. Pero es que además desde un principio se aleja de ser "una nueva Galactica" para poseer una forma y contenido diferentes a los de su serie madre. ¿O es que va a obviar la producción de la serie y el mérito de crear un mundo (con todo lo que conlleva: costumbres, tradiciones, estética...) de la nada?
Me parece que se sorprende y maravilla usted con demasiada fácilidad. ¡Faltaría más que tras todas las expectativas que hay detrás del proyecto, la serie no tuviera una producción a medida! Pero es que toda esa ambientación que usted alaga, no es más que un amalgama de tópicos mil veces vistos. ¿Y qué me dice de esa mezcla de futurismo y barrios que parecen sacados de una peli mala de mafiosos de los 50? Da la sensación continua de estar viendo dos series diferentes todo el rato...
A eso, mi querido Poli Malo, se le llama contraste. Contraste de sociedades y culturas diferentes que conviven en un mismo territorio. Y si eso no es un magnifica metáfora de la realidad, yo me bajo del barco. Pero, posiblemente, esta tan preocupado de sacarle la puntilla a todo que ni se había percatado de ello. Puede que Caprica no sea una serie para el gran público, pero solo por su apuesta de mostrar algo diferente a lo que puebla en las demás cadenas debería permanecer ante nosotros por mucho tiempo. So say we all.

Todo está dicho y los contrincantes se alejan a sus esquinas... ¿Poli Malo o Poli Bueno?